La fotografía gastronómica y el estilismo culinario pueden parecer similares a primera vista, pero en realidad son dos profesiones diferentes que juntas crean imágenes culinarias espectaculares. En este artículo te mostraré las principales diferencias entre ambas, qué hace cada una y cómo colaboran para que los platos no solo sean deliciosos, sino también irresistibles a la vista.
¿Qué es la Fotografía Gastronómica?
Si queremos ser estrictos con la definición, diríamos que la fotografía gastronómica es el arte de capturar imágenes visualmente atractivas de los platos preparados. Pero en realidad es mucho más: una fusión de narración visual y seducción, capaz de llevarte a la cocina a crear o a llamar al restaurante para reservar una mesa.
Con un móvil en la mano, cualquiera puede hacer una foto de comida… ¿o no? La fotografía gastronómica es mucho más que disparar con el móvil: necesita una composición cuidada, iluminación adecuada y conocimientos técnicos para mostrar los platos en su versión más apetecible.
Un buen fotógrafo gastronómico selecciona con precisión los ángulos, la luz, los accesorios y los fondos para crear una narrativa visual impactante, sin olvidar nunca las expectativas del cliente.
El fotógrafo culinario resalta los colores, las texturas y los detalles del plato, invitando al espectador a descubrir el arte que hay detrás de la comida.
Usando un poco de vocabulario técnico: la profundidad de campo, el enfoque y la iluminación bien ajustada son lo que realmente hace que la comida cobre vida en una imagen.
En resumen, el objetivo principal de la fotografía gastronómica es atraer y cautivar al espectador, despertar emociones y deseos, e impulsar a la acción.
¿Qué es el Estilismo Culinario?
Ahora que entendemos lo que hace un fotógrafo gastronómico, veamos cuál es el papel de un estilista culinario y por qué es imprescindible en una sesión profesional.
El estilismo culinario es el proceso de preparar y presentar los alimentos para ser fotografiados.
Incluye la disposición cuidadosa de los elementos en un plato, la adición de adornos y el juego creativo con colores, formas y texturas.
El objetivo del estilista culinario es lograr una composición estética que el fotógrafo pueda inmortalizar.
Los estilistas culinarios suelen colaborar con los fotógrafos para asegurar el equilibrio perfecto entre atractivo visual y autenticidad.
El estilismo culinario busca aumentar el atractivo visual del plato sin perder su esencia.
Sus técnicas incluyen el uso de capas de ingredientes, accesorios, vajilla o diferentes acabados para conseguir la apariencia deseada.
El objetivo final es crear una composición atractiva que no solo seduzca la vista, sino que también capture la esencia y la historia del plato.
¿Un Fotógrafo Gastronómico también es Estilista Culinario?
Sí y no. La mayoría de los fotógrafos que no se especializan en gastronomía no se encargan del estilismo.
Su tarea es fotografiar los platos servidos y realizar la edición posterior. A su vez, no todos los estilistas de alimentos son fotógrafos.
En los países occidentales, estas áreas están muy diferenciadas, y en una sesión participan tanto el fotógrafo como el estilista. En proyectos más grandes, también se contrata un estilista de utilería para crear el entorno visual del plato.
Si buscas un resultado profesional y rentable, elige a un fotógrafo gastronómico—como yo—que domine tanto la fotografía como el estilismo culinario.
